Nació como producto de los amores entre Ambrosio O'Higgins, entonces sólo Higgins, e Isabel Riquelme. Ambrosio era un irlandés que se radicó en Chile, y por sus conocimientos como agrimensor comenzó a prestar servicios a la corona española.
Doña Isabel era descendiente de una familia de Chillán otrora aristocrática. El inicio del escalamiento de don Ambrosio en puestos públicos, que finalmente lo llevarían a ocupar el cargo de virrey del Perú, impidió que esta relación se concretara en matrimonio. España no permitía que sus funcionarios se casasen con criollas. Sin embargo el hijo, Bernardo, fue reconocido por su padre, quien se preocupó siempre de su mantenimiento y educación.
El niño vivió unos años con su madre, para luego ser enviado a Talca, a cargo de un amigo de don Ambrosio.
A los 21 años su padre, para entonces gobernador del reino de Chile, determinó enviarlo a Lima, la gran capital del virreinato, a completar su educación. Al cabo de dos años, resolvió enviarlo a Londres.
Pero ahí el horizonte intelectual del joven Bernardo comenzó a ampliarse, influido seguramente por amigos, como el colombiano Francisco de Miranda, precursor de la emancipación de los pueblos americanos. Amistades no muy convenientes, desde el punto de vista de la corona española. Al joven Bernardo le metieron en la cabeza peligrosas ideas libertarias y anti monárquicas.
Tanto, que los enemigos de su padre intrigaron para que finalmente fuera éste despojado de su cargo de virrey, por tener un hijo excesivamente rebelde y con malas amistades.
Esto le valió a Bernardo ser despojado de toda ayuda económica, y pasar, en España a donde se había trasladado, las peores penurias. Pero antes de morir don Ambrosio, influenciado por un amigo, recapacitó, y legó todos sus bienes a su hijo, quien pasó de pobre a rico hacendado.
Entonces vino la Junta del 18 de septiembre de 1810, que lejos de querer la independencia del país, sólo buscaba un poco de autonomía. Muy pocos realmente pensaban en la posibilidad de la independencia absoluta de España, y entre estos pocos estaba Bernardo. El también fue otro de los pocos que tuvo conciencia que España querría recuperar, por la fuerza, lo que fue suyo. Y se preparó para lo pero: La guerra. Mientras los demás se trenzaban en luchas de poder estériles que sólo conducirían al desastre. El desastre de la reconquista, doloroso episodio de la historia de Chile. En las batallas que condujeron a la reconquista de España de su díscola provincia, Bernardo O'Higgins se distinguió por su valentía, pero desgraciadamente estaba subordinado a otros mandos, que sin la crarividencia ni el liderazgo suyos, llevaron a la derrota de la causa de la independencia.
Vino el exilio en Mendoza, y la formación del Ejército Libertador de la Andes, bajo el mando del general don José San Martín, que penetró a través de la cordillera, y liberó al país del dominio de España. Curiosamente, esta no fue una guerra entre españoles contra criollos, sino entre criollos que pelearon en uno y otro bando, y españoles, que también se enfrentaron entre sí.
El destino puso a don Bernardo al mando supremo de la naciente nación. Gobernó con dureza un país que necesitaba de un gobernante firme en una época que se caracterizó por una natural desorientación. Se necesitaba una mano enérgica, y él la tuvo. Pero las insidias por los privilegios perdidos pudieron más que él, forzaron su abdicación y vino el destierro. Y la degradación: Fue despojado de su grado de general, que se había ganado heroicamente en batallas. Fue un largo destierro que sólo finalizó en el momento de su muerte.
El caos que vino después que fue obligado a dejar el poder es prueba de lo necesario que era su firme liderazgo en esos momentos. Vinieron .... gobiernos en ... años, hasta que llegó otro líder autoritario, el ministro de un presidente que en la guerra por la independencia fue un lugarteniente del general O´Higgins, el presidente Joaquín Prieto. Su ministro, don Diego Portales, quien con su autoridad volvió a imponer el orden perdido desde la abdicación de O´Higgins. Construyó una paz que perduró durante gran parte del siglo XIX. Pero en el país no cabían dos líderes de la estatura de éstos, y O´Higgins tuvo que esperar muchos años antes de poder retornar a su país que tanto le debía. Pero su muerte vino cuando estaba haciendo sus maletas para volver. Nunca volvió a su patria ingrata.
El Libertador, como ahora se le llama, fue el primero en recibir lo que se ha llamado "el pago de Chile". Pero si le sirve de consuelo, no fue el único libertador de América que probó la ingratitud de su pueblo.
Por eso O'Higgins debió perdonar a los chilenos, pues no sabían lo que hacían.
Autor: Charles Arthur